¿Seca, grasa, mixta, sensible o normal? dime cuál es tu tipo de piel, y te diremos cuáles son los tratamientos estéticos más adecuados según cada necesidad.
Para poder cuidar tu piel correctamente y darle lo mejor, es fundamental saber esta respuesta, ya que, cada tipo de piel debe ser tratada de forma diferente.
Hoy en día podemos agruparlas en 5 tipos: Piel seca, grasa, mixta, sensible y normal.
¿Sabías que cada una de estas reacciona de manera distinta a productos, ingredientes y tratamientos estéticos?
Identifica la tuya y elige el tratamiento estético facial, que más se adapte a tu tipo de piel y tus necesidades.
Los 5 tipos de piel
El tipo de piel es determinado principalmente por la genética, es decir, de acuerdo a su contenido graso.Sin embargo, la alimentación, el estrés, su exposición solar, tu estilo de vida y el cuidado que le des, juegan un papel fundamental en su apariencia: ¡Conocerla es el primer paso!
1. Piel seca
Este tipo de piel tiene un aspecto tirante y una textura más áspera.
Se le denomina piel seca, pues las glándulas sebáceas de la capa dérmica no producen suficiente aceite para mantenerla hidratada, lo cual provoca descamación y la aparición temprana de líneas de expresión.
Como la piel seca es incapaz de retener el agua en su interior, suele lucir más apagada y envejecida.
Asimismo, es menos capaz de generar un escudo protector, por lo que es mucho más susceptible a los cambios de temperatura y a los factores externos.
2.Piel grasa
Tener la piel grasa es bastante común entre las personas y no se reduce exclusivamente a la adolescencia ni significa lo mismo que tener acné.Las pieles grasas se caracterizan por producir más sebo del necesario, lo que tiende a propiciar la aparición de puntos negros, espinillas y granitos.
Este tipo de piel suele ser más gruesa, brillante y tener poros más dilatados y visibles. Quienes tienen la piel grasa, por lo general presentan menos arrugas.
3. Piel mixta
Las pieles mixtas son las más comunes y su nombre se refiere a la combinación de dos tipos de pieles: seca y grasa.
Por lo mismo, tiene los mismos pros y contras que cada una de ellas.
Quienes tienen la piel mixta se caracterizan por presentar más sebo en la zona T (nariz, frente y mentón) mientras que en las mejillas, más sequedad e irritación.
4. Piel sensible
¿Sientes tirantez, picor, rojez o irritación con frecuencia? Probablemente tengas la piel sensible.
Estas pieles son más susceptibles a los factores externos y reactivas a los cambios, ya que tienden a ser más delgadas y menos resistentes.
Asimismo este tipo de piel se relaciona directamente a la rosácea o telangiectasia, afección que provoca irritación y enrojecimiento de la piel.
Sumado a esto, podemos notar que las pieles sensibles presentan poros más pequeños y se secan en ciertas áreas.
Quienes tienen la piel sensible, necesitan implementar cuidados especiales ya que esta puede reaccionar de forma negativa a ciertos productos, ingredientes y tratamientos.
5. Piel normal
No es muy seca, ni muy grasa, ni reacciona demasiado a los cambios o agentes externos; es una piel bastante equilibrada, elástica y resistente.
Su tono es prácticamente uniforme y su textura suave y sedosa.
Los poros son poco perceptibles y presenta buena circulación sanguínea.
¿Cómo identificar tu tipo de piel?
Hay varias maneras de identificar cuál es tu tipo de piel. La mejor manera, sin dudas, es consultar con un especialista.
Sin embargo, existen ejercicios bastante sencillos que puedes realizar en casa y que pueden darte alguna pista.
¡Prueba este!
1. Lávate el rostro con abundante agua y deja que se seque sin aplicar ningún tipo de producto, por una hora.
2. Observa: ¿Qué pasa con tu piel?
● ¿Te pica, se agrieta o está tirante? Probablemente tienes la piel seca
● ¿Todo tu rostro está brillante especialmente la zona T? Podrías tener la piel grasa
● ¿Es grasosa solo en la zona T y se ve distinta en las demás áreas? Tienes la piel mixta
● ¿Se siente suave y equilibrada? Probablemente tengas la piel normal
● ¿Está roja, irritada o te arde? Tienes la piel sensible
Tratamientos estéticos para cada tipo de piel
1. Plasma rico en plaquetas
El PRP es uno de los tratamientos faciales más vanguardistas.
Su ingrediente principal es material biológico que se obtiene de la misma sangre del paciente y que luego se aplica en la piel del rostro para estimular la producción de colágeno, elastina y tejido epidérmico.
Es ideal para todo tipo de piel, especialmente para pieles sensibles, pues aumenta su firmeza y su luminosidad, dando un efecto rejuvenecedor.
2. Peeling químico
El peeling consiste en la aplicación de diversas sustancias químicas en el rostro, para mejorar su aspecto.
Ya sea por secuelas del acné, signos de envejecimiento, pérdida de luminosidad, etc.
Existen distintos tipos de peelings que se adaptan a todo tipo de piel, incluso a las más sensibles, ya que sus componentes se personalizan según las necesidades del paciente.
A la hora de escoger un peeling para ti, consulta con tu especialista para evitar cualquier efecto adverso.
3. Mesoterapia facial
La mesoterapia facial es uno de los mejores secretos para mantener una piel revitalizada e hidratada.
Este tratamiento de vitaminas que se aplica a través de microinyecciones intradérmicas, aporta nutrición a la piel y mejora su calidad, aspecto y opacidad.
Por eso, son ideales para las pieles secas, ásperas, descamadas y tirantes.
Estás, tras una sesión de mesoterapia, se sienten flexibles, nutridas y elásticas.
Sin embargo, no es recomendado para pieles ultrasensibles.
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